lunes, 21 de mayo de 2007

Pequeñas miserias de un inquilino


Es conocida la poca creatividad de la parte colorada de Avellaneda, pero lo de ayer fue demasiado. El canto más repetido fue ese del temor que la cancha se "venga para abajo". ¡Envidia! Ni estadio tienen los inquilinos. Si serán desagradecidos... La que se vino abajo, por si no recuerdan, fue la Doble Visera. Pero tranquilos, que para el 2025 vuelven a ser locales, con el gran Ducatenzeiler de nuevo en la presidencia. Bastante trabajo tuvo la gente de Racing para calentar las tribunas y el campo del Cilindro. Después de las presentaciones cada 15 días del Rolito Montenegro (Capitán Frío) y su pandilla, la escarcha acumulada superaba a la nieve caída en todo el año en el cerro Catedral. La arena en el campo de juego no se debe al mal estado de la cancha: la pusieron a propósito para aparentar una cálida playita caribeña. Después de tantos problemas que ocasionaron tienen el tupé de criticar un estadio de verdad.Ahora, a lo importante. Racing jugó como tiene que hacerlo un grande. Después de mucho tiempo vimos un equipo con hambre y ganas, parado con autoridad. El rival, otrora gustoso del paladar negro (marche una ración doble de Dogui), se conformó con meterse en su área y esperar cual equipo minúsculo. Bien por Gustavo Costas: en dos semanas cambió la mentalidad del plantel. De eternos no-le-ganamos-a-nadie a guarda-que-podemos. Excelente el segundo tiempo de Pellerano. El DT lo usó en la función con la que había brillado en Chicago y no lo hizo jugar de clon de Bastía. Aplausos para la guapeza de Maxi Moralez por pedirla siempre y para el esfuerzo del Colo Sava


Gustavo Garcia

Fuente:DIARIO OLE

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